En una pequeña ciudad del interior, una mujer entra en una farmacia y habla con el farmacéutico:
- Por favor, quiero comprar arsénico.
- ¡¡Pero… no se lo puedo vender así!! ¿Cuál es la finalidad?
- ¡¡Matar a mi marido!!
- Peor me lo pone, para ese fin…. ¡no se lopuedo vender!
- La mujer abre la bolsa y le muestra una fotografía del marido, haciendo el amor con la mujer del farmacéutico.
- ¡Ah bueno!… ¡con la receta es otra cosa!
Hay que vivir la vida siempre alegre... Los chistes, algunos me las han contado, los he leido en algún sitio y los adapto, o sin querer queriendo los he encontrado en la Web. pero los arreglo a mi modo. Leo cientos en un sitio Web, pero selecciono sólo los que me hacen reir o por lo menos sonreir. Los chistes son para eso: hacernos reir y no tienen la intensión de ofender a nadie...He dicho... ¡Caso Cerrado!
lunes, 3 de junio de 2013
¡con la receta es otra cosa!
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